Arch. Myriam B. Mahiques Curriculum Vitae

Tuesday, March 2, 2010

Mi punto de vista sobre el Artista y su Técnica

Nebulosa. Pintura digital de Myriam B. Mahiques
Platón consideraba que el conocimiento es innato y se perfecciona a través de los años de crecimiento. Idea base de la teoría del Constructivismo.
Aristóteles, enfatizó el desarrollo integral de la persona; jugar, entrenarse, escuchar música, -entre tantas actividades-, formarían el cuerpo, la mente y el alma.
Para hablar de técnica, no nos confundamos con tecnología, si ambas las palabras provienen del griego Techne. Literalmente traducida, sería arte, manualidad, habilidad. Pero conceptualmente, es el uso sistemático de un conocimiento para realizar una acción humana. El origen del conocimiento? Pues que lo discutan los filósofos.
Mucho podemos contar acerca de nuestras técnicas artísticas, para escribir, dibujar, pintar, cocinar, cantar, fotografiar..... Pero yo creo que uno no encuentra la técnica, sino la técnica lo encuentra a uno.
No estoy segura si el conocimiento es innato, pero sí que nacemos con ciertas habilidades, que en los tiempos de la inteligencia emocional, nos pueden situar por arriba de cualquier persona de alto coeficiente intelectual. Obsoleto este sistema de reconocimiento de inteligencias, hemos de hurgar en nuestro pasado para ver la luz en nuestras técnicas del presente.
En mi caso particular, no cursé preescolar, ni ¨jardincito¨, que no eran obligatorios en ese momento. Sin embargo, entre los cuatro y cinco años, tenía necesidad de escribir. Fue sencillo, me senté en un banquito con una mesita de juegos en el patio de casa, tomé una ¨birome¨ y comencé a escribir continuamente mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm. Las letras se me presentaron como una expresión distinta a los dibujos infantiles, y por su concepción no legible, diría que ¨el texto¨ se acercaba más a un gráfico monótono. Letras, dibujo, una misma cosa, porqué no?
A mis nueve años, se acercó a casa un vendedor callejero, trayendo unos libros de la colección Walt Disney, esas hermosas ediciones españolas llenas de fotos y con tapas duras brillantes. Recuerdo a mi mamá dudar, pero me leyó la expresión, o tal vez para que ningún vecino la critique (porque estábamos en la puerta del jardín), me dijo, ¨elegite uno¨. Y sin dudar, elegí ¨Maravillas del Mar¨. Esas fotos del fondo marino me cautivaron, pero especialmente un par de ellas mostrando los monstruosos peces piedra. Confusión en el mar! Cómo un pez puede ser piedra, animal, mimetizarse en el fondo, todo en una maraña de colores, elementos inertes y vida a la vez. Creo que esa fue mi primera imagen de un fractal, cuando Mandelbrot recién empezaba a pensar, qué pasaría con la Bolsa y los cereales, y los patrones de ventas, etc. Con los años, me bastó ver una foto aérea de una ciudad africana. Pez piedra, ciudad africana, todo me cierra, basta conseguir softwares para aprender a representarlos con la tecnología adecuada.
El vendedor volvió y yo elegí ¨Mitos y Leyendas¨, ante las protestas de mi mamá, que resignada decía, ¨si los vende tan baratos y no los trae todos juntos es porque los está robando¨. Este asunto no estaba entre mis preocupaciones. No sólo leí el libro unas cinco veces, sino que me preguntaba porqué las ilustraciones deformaban los cuerpos, todos elongados, estilizados, planos, sin intención de mostrar la tercera dimensión. Esa fue mi primera apreciación curiosa de arte, que después de todo, estaba emparentado con el arte bizantino. 
Tapa del disco " Burn" de Deep Purple


A los quince años, edad de la música y los bailes, me compré el long play (qué antigüedad!) Burn (Quemar) de Deep Purple. Y no dudé en empezar a copiar con las pinturitas del colegio, esas cabezas con una vela arriba, impresionante, cabezas derritiéndose en explosión de colores.......Me llevó once años más llegar al taller de pintura y tomar contacto con los olores y la textura del color.
A los dieciséis, mi familia cita al ¨maestro mayor de obras¨ que diseñaría nuestra casa nueva. Todos absortos, y yo, pensando, ¨ahhh, ésta será mi habitación, para mí sola!¨. En las caras serias y absortas de mis padres comprendí que este hombre, que no era arquitecto ni lo sería, estaba cambiando con simple un dibujo nuestras vidas. Creo que este fue mi primer encuentro con la arquitectura y la sociología, que tiñó todos mis escritos doctorales.
Entonces, mi técnica, cómo explicarlo correctamente?, es una mezcla de todas esas sensaciones, el ver un cuadro digital –o no- y decir, ¨así¨, sin vueltas, sin meditar si le falta luz, color, si la imagen se me ¨cae¨ o si se hizo un agujero visual; en mis escritos mezclados, se confunden los idiomas, y la poesía se junta con el lenguaje técnico, las imágenes de morfologías urbanas representadas con fractales se asocian a los santos y rituales, las recetas de comida se vuelven proyectos arquitectónicos.... y no hay forma de desdoblar el producto artístico en un proceso regido por el paso 1, paso 2, siguiente....

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