Buenos Aires, Plaza de Mayo. Yo también he tenido una foto de niña, junto a las palomas....
Foto de itaka.es
Como ya he contado en este blog, hace más de diez años ya, estuve haciendo peritajes en las escuelas de la capital de Buenos Aires. Y recuerdo un día, entrando a un aula, le pregunté a la maestra, aparte de las patologías constructivas que notaba a simple vista, si había algún problema que quisiera reportar. Y me respondió ¨las palomas, vea, cómo se acercan a la ventana, los chicos se encariñan, pero dejan todo lleno de heces y por supuesto traen psitacosis-¨
Esta cuestión más el hallazgo de dos escorpiones en el aula, fueron además parte de mi reporte sobre los inconvenientes constructivos del edificio. Ahora, luego de tantos años veo que la inquietud de esta maestra era bien fundada, baste mirar las cornisas de los edificios antiguos de Buenos Aires, muchos llenos de alambres para evitar que se posen estos lindos animalitos, de los cuales aún no se declara que sean plaga.
En el Sur de California, el mismo problema podría haberse suscitado con los cuervos, que cada día son más. He leído en Los Angeles Times que la mayor causa es la basura que los alimenta. Sin embargo, los residuos se dejan en contenedores de plástico bien duros, con tapa, que no pueden ser siquiera mordidos por roedores. A diferencia, en Buenos Aires aún se ve la basura dentro de las bolsas de consorcio.
De la nota de Laura Rocha para La Nación:
Palomas en Plaza de Mayo; atrás a la derecha, el Cabildo. Foto de turismoyargentina.com
Las palomas no son una plaga en la ciudad de Buenos Aires. Por lo menos, en los papeles. Y, aunque no son una especie invasora, aún no han sido declaradas oficialmente una amenaza, tal como sucede con las ratas o las cucarachas, especialistas en aves, funcionarios y vecinos se quejan de un aumento en la población de estas aves.
Una de las razones de la proliferación de estas aves es que no tienen un predador, por no ser especie nativa. Otra, también se apunta, es la cantidad de comida disponible que tienen que sólo fomenta su desarrollo.
En la Capital, muchos edificios, sus balcones, los equipos de aire acondicionados, los monumentos, bancos de las plazas, parques y varias iglesias son las más afectadas por las palomas, tanto por sus nidos como por sus heces.
En el parque Rivadavia, por ejemplo, se levanta un monumento al libertador Simón Bolívar, que muestra los vestigios del paso de estas aves. Ese monumento podría demarcar la línea divisoria entre los que piden que se controle su población y entre quienes la alientan. (...) Claudia Nardini, investigadora de la ONG Aves Argentinas, explicó: "En la ciudad de Buenos Aires habitan cinco especies silvestres: torcaza, torcacita , picazuró, ala manchada, yerutí y, por supuesto, la paloma doméstica. Se cree que tanto los gorriones como las palomas llegaron a nuestro país de la mano de los inmigrantes provenientes de Europa y Asia, donde era común que estas especies formaran parte de la dieta. La famosa «polenta con pajaritos» no es un cuento y como no sabían qué irían a encontrar en estas tierras, era lógico traer las provisiones necesarias. Aunque también algunas personas las criaban como palomas mensajeras".
Cabe recordar que la ley nacional 12.913 prohíbe la matanza de las palomas mensajeras. Y, para aplicar políticas de control de población, es necesario atravesar la instancia parlamentaria.
"Hoy en la Capital hay una población en aumento de la paloma doméstica, problema que se repite en muchas ciudades del país y del mundo. Esta paloma que habitaba originalmente en acantilados del Viejo Mundo, encontró en las cornisas de los edificios de las ciudades una suerte de sucedáneo de aquellos lugares de nidificación. Además encontraron alimento y muy pocos predadores, hasta ahora. Desde hace unos años, se observa un número interesante de especies de aves rapaces, como el chimango o el halcón peregrino, que llegan a la ciudad para buscar ese alimento", indicó Nardini. En las grandes ciudades, el problema principal se centraliza en el daño que las heces de estos animales producen en los edificios antiguos. Asimismo, la ornitosis (anteriormente conocida como psitacosis) es una de las enfermedades que pueden transmitir a través de la materia fecal, que resulta riesgosa para la salud.
Según indicaron en el gobierno porteño, las plazas del Congreso y la Plaza de Mayo son dos de las más afectadas por la proliferación de las palomas. Incluso, en esta última, ya son parte de la postal turística.
Pedro Acevedo es barrendero en la zona desde hace seis años. "Se ve que hay más palomas. La gente muchas veces le da de comer al borde de la vereda y los pájaros mueren aplastados por los autos", contó. Acevedo también apuntó que desde hace un tiempo nota la presencia de más aves rapaces: "En Sarmiento y Maipú, se ven dos o tres halcones sobrevolar para buscar su alimento".
Recoleta y Belgrano son otros de los barrios afectados por las palomas. Las paredes del cementerio, las terrazas, los pulmones de manzana y las columnas son el lugar propicio para los nidos. En la parroquia de la Inmaculada Concepción, también conocida como La Redonda, en Juramento y Vuelta de Obligado, por ejemplo, un grupo de cotorras y palomas se disputan los capiteles de las columnas para armar su nido. Las cotorras han logrado quedarse con la columna principal del edificio, mientras que las palomas habitan aquellas que lo rodean.
Eloísa Avellaneda, que vive en Uruguay, entre Juncal y Arenales, está cansada de luchar contra estas aves. "Estamos indefensos, ya no sé qué hacer. Probé todos los métodos y nada funciona. Estoy encerrada en mi propia casa: no puedo abrir las ventanas porque me invaden y entran en mi casa", contó.
Muchos consorcios y vecinos recurren a los exterminadores de plagas, que tienen varias soluciones disponibles. Sin embargo, no las eliminan, sólo las ahuyentan.
(....) CUÁNDO SE LA PUEDE DECLARAR UNA PLAGA
Para la Organización Mundial de la Salud una especie es una plaga cuando su aparición masiva puede dañar a poblaciones animales, vegetales y humanas. En la ciudad de Buenos Aires la declaración de una plaga es emanada desde el Ministerio de Salud o vía una ley de la Legislatura. En el Congreso Nacional hay un proyecto que declara plaga la superpoblación de palomas, al tiempo que el Ministerio de Agricultura de la Nación estudia un plan de manejo. "Si bien todas las aves transmiten enfermedades, nosotros no hemos tenido aún denuncias sobre las palomas", indicó Oscar Lencinas, director del Instituto Pasteur.
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