Clorindo Testa. Foto La Nación Revista
Preguntas y respuestas seleccionadas de la entrevista a Clorindo Testa, por Valeria Shapira. Publicada en La Nación Revista, 17 de abril de 2011:
-El concepto de evolución no es algo que le llame la atención, según parece. Sin embargo, cuando uno ve su obra tiene la sensación de que está adelantada a su tiempo.
-Eso no lo sé. No hay algo mejor o peor que ayer. No es que las cosas que hacían los griegos eran mejores o peores. Eran diferentes.
-¿Pero usted se ve diferente hoy que hace 30 años?
-Me veo distinto. Vas cambiando. Un edificio de los años 50 no es como uno de ahora. La arquitectura es la misma, pero se hacen otras cosas. Y eso ha sucedido siempre.
-¿Y la arquitectura cómo está?
-Un joven ahora tiene que estar en el año 2011. La arquitectura y la pintura siempre son cosas globales. En el 1500 o el 1600 la Argentina era barroca, e Italia también. Vos reconocés la diferencia entre ellas en el mismo período, pero ambas son barrocas. Lo fundamental es estar en el tiempo en que vivís.
-En 2011, ¿la sustentabilidad es una moda o un asunto necesario?
-No, no es moda. Los temas van cambiando, aparecen. Ahora está el tema de la sustentabilidad, del uso eficiente de las energías, por ejemplo. No gastar tanto, y eso está bien. Igualmente la idea todavía parece primitiva, porque imaginar superficies enormes de paneles puestos ahí para captar la energía del sol, paneles que te ocupan todo, es demasiado. Uno piensa que para captar esa energía tiene que haber algo distinto, no una azotea con placas enormes. Ya van a inventar otra cosa, todo se inventa.
Clorindo Testa. Foto La Nación Revista
La agenda de Clorindo. Foto La Nación Revista
A propósito de la creación, el otro día leyó Clorindo Testa que en Calabria habían hallado en el mar unos bronces increíbles. Un buzo vio que de la arena salía una mano. Creyó que era un ahogado, pero no.
-Era una de esas figuras de bronce griegas, del 400 a.C. Una maravilla. Discutieron después si convenía dejarlas en Calabria o trasladarlas a Roma. Decidieron que en Calabria. Si las encontraron ahí, ¿para qué iban a llevarlas a otra parte?
Sus teorías y reflexiones sobre la historia no tienen desperdicio. Le resulta sugerente, por ejemplo, el triunfo rioplatense sobre los ingleses durante las invasiones del 1800. ¿Cómo podría una población derrotar a Beresford y al mejor ejército del mundo con unos baldes de aceite y unos pocos tiros? ¿El virrey Sobremonte habrá resguardado el tesoro sólo para bien del pueblo, o algo de ese dinero habrá sido utilizado para invitar a los invasores a una consentida y amable rendición?
Esas preguntas se hace Clorindo Testa. Y las comparte con los amigos.
Ganar o perder
Lo más divertido es resolver un problema. Por estos días el arquitecto Testa está embarcado en resolver dos, para un par de concursos. Siempre está en algún concurso, divirtiéndose. Después, ganar o perder es otra cosa.
-Si no ganás, no te quedás llorando, diciendo que deberías haber ganado vos. Será que no ganaste porque no resolviste tan bien el problema, y punto.
-Hay arquitectos que no soportan perder.
-Hay gente que sí, que dice que su proyecto era mejor. Pero vos participás en un concurso y sabés que hay un jurado que dictamina. Como en todo, tenés que aceptar lo que dice. Por eso te digo que lo divertido del concurso es tratar de resolver el problema. El resultado no sé si importa tanto.
-¿Qué cosas nunca proyectaría?
-¿Viste unas torres francesas que hicieron en Buenos Aires, con mansardas, con cornisas? Hay varias. Bueno, eso no lo haría. Las hubiera hecho hace 80 años, porque son edificios que están 80 años atrasados en su estética, aunque adentro sean buenos, o contemporáneos. Es raro. A la gente le gustan, pero al mismo tiempo compran el auto último modelo, con diseño de ahora. Viven desfasados: con las cosas diseñadas ahora, y en un edificio que no es viejo sino que está diseñado con esa estética que atrasa.
-¿Siempre dibujó?
-Sí. Pero los chicos no se dan cuenta de que dibujan, porque en realidad dibujan siempre. En casa guardaban los dibujos míos cuando era chico. Papá me preguntó un día, cuando ya tenía 14 ó 15 años, qué iba a estudiar. Le dije que a lo mejor Medicina, y me contestó que de ninguna manera. Es así: a veces no te das cuenta de que la vocación existe, pero de eso se dan cuenta tus padres.
Papá médico, que había venido a la Argentina en 1911, tenía el firme deseo de que Clorindo naciera en Nápoles. Volvió a Italia sólo para eso, y luego regresó a Buenos Aires, con su mujer y su bebe. Cuando creció, además de médico, Clorindo pensó que intentaría con la ingeniería naval. Le gustaba construir maquetas de barcos que iban y venían de Europa.
-Qué manera de viajar. ¿Cuál es su lugar en el mundo?
-Buenos Aires me gusta. No me iría a vivir a otra ciudad.
-¿Camina la ciudad?
-Camino poquísimo. Debería caminar más. Qué sé yo... Roma es linda, pero acá, en Buenos Aires, mirá la luz que tiene este cuarto. Nunca se cierran las persianas, las medianeras te reflejan todo. Es como si tuvieras un espejo ahí.
-A la gente, en general, no le gustan las medianeras.
-Sí, ya sé. Pero mirá la apertura que tenés de vistas en Buenos Aires, y estás en Santa Fe y Callao. Entre medianera y medianera es un desfiladero. Ves cosas que están a dos kilómetros. En Europa te asomás a la ventana y ves la casa de enfrente.
Hace poco, en un edificio de Belgrano, Testa dibujó árboles sobre una medianera.
-Hice arbolitos de colores. Si vos vivís ahí, pensás que en la medianera podría haber arbolitos verdaderos, algo que es lindo. Pero como árboles verdaderos no hay, entonces los pintás.
Así de simple, así de profundo es el hombre con los anteojos pegados en la frente. Acaba de terminar su muestra de dibujos en el Centro Cultural Borges, parte del proyecto La línea piensa, que difunde a los grandes cultores del dibujo en la Argentina, y está dirigido por Luis Felipe Noé y Eduardo Stupía.
-Cuando uno piensa en Clorindo Testa piensa en color, mucho color. Incluso en su obra arquitectónica usted no ha tenido miedo de poner color donde se le ocurría.
-Estamos en una época en la que hay color. Las pinturas fueron mejorando. Hace 50 años, las de exterior se iban enseguida. La tecnología va cambiando las cosas. Ahora sabés que el color es fácil tenerlo. Los colores aguantan, son más perennes, hay más variedad de pinturas, es bárbaro.
-El 10 de diciembre cumple 87.
-Sagitario. Soy de Sagitario.
-¿Le gusta leer el horóscopo?
-Sí, me divierte. Lo busco porque aun en las peores semanas siempre dice cosas buenas.
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