En nombre de Clorindo Testa, Oscar Lorenti y Juan Fontana reciben el premio de manos de Juan Bedoian. Foto Revista Eñe
He tenido la oportunidad de conocer personalmente al arquitecto Clorindo Testa, a través de los concursos. Y bien recuerdo que algo nos inquietaba en las contiendas. Si bien son ¨anónimas,¨ los dibujos de Clorindo son reconocibles, tienen esa maravillosa marca personal. Imposible no saber qué proyecto pertenece a Clorindo. Mi preferido, el Banco de Londres. No me atrae la nueva sede del Museo del Libro y de la Lengua en Buenos Aires, que no he conocido aún, tal vez a futuro cambie de opinión.
Me ha alegrado saber que el maestro ha recibido un premio por su trayectoria:
De la revista Eñe de Cultura:
En su discurso, Juan Bedoian, editor general de Revista Ñ, eligió la palabra “maestro”. Fue para referirse al arquitecto y artista plástico Clorindo Testa, que ayer recibió el Premio Ñ a la Trayectoria.
Testa, que nació en Nápoles en 1923 pero que vive en Buenos Aires desde antes de cumplir un año, no pudo asistir a la premiación por razones de salud, pero participó especialmente del video en el que se recorrió su obra.
Allí contó cómo su propia madre le dijo que “de ningunísima manera” se dedicaría a la Medicina, como su padre. Eso lo acercó primero a la ingeniería naval –desde los 13 años diseñó maquetas de barcos–, luego a la civil y finalmente a la arquitectura. En ese mismo video, el artista plástico Eduardo Stupía señaló que el límite entre disciplinas nunca estuvo presente en la obra inconfundible de Testa”. El premio, en su nombre, lo recibieron sus colegas Juan Fontana y Oscar Lorenti. Según Bedoian, “Testa tiene todos los premios que se merece y lo que se hace aquí es decirle una vez más cuánto tienen de admirable su personalidad y su obra”.
El arquitecto, coautor del proyecto de construcción del actual edificio de la Biblioteca Nacional, comparte ahora el galardón con Ricardo Piglia, Griselda Gambaro, Roberto Fontanarrosa, Tomas Eloy Martínez y Hermenegildo Sábat, entre otros. La de ayer fue la novena entrega de un premio que se instituyó junto al lanzamiento de la Revista Ñ.
“Que Clorindo Testa haya logrado una coherencia creativa en el campo de la arquitectura y en el universo del arte, dos espacios en su caso inseparables, es un hecho admirable. Que lo haya hecho por más de 60 años, ya lo transforma en un hecho extraordinario”, concluyó Bedoian, y en la Usina del Arte, más de cuatrocientas personas coincidieron y estallaron en un aplauso para el gran “maestro”.
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