Foto que acompaña la nota. Fuente La Nación
El 17 de mayo, salió publicado en La Nación, suplemento Ciencia y Salud, una nota de Susana Gallardo ¨El bambú invade bosques nativos¨. Este artículo que cuenta sobre la tarea de investigadores argentinos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, dió lugar a controversias, acusaciones, consejos.
Básicamente, se trata que ¨el bambú, cuyo tallo puede alcanzar alturas de treinta metros, forma parte de muchos ecosistemas americanos y es un recurso muy utilizado por el hombre. Pero, como consecuencia de la extracción forestal no planificada, algunas especies colonizan con rapidez los claros de los bosques en la provincia de Misiones e impiden que puedan renovarse los árboles de importancia económica, como el cedro, el guatambú y el peteribí. Esta planta (conocida como tacuara o tacuarembó) puede convertirse en una especie invasora debido a los disturbios producidos en el ambiente. "Es una planta nativa que cambia su comportamiento y crece en exceso, ocupa grandes áreas y limita el crecimiento de las demás especies", señala la doctora Lía Montti, del laboratorio de Ecología Funcional de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA-Conicet y del Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico.
Esta planta, que posee un tallo (culmo) muy resistente y apto para usos muy diversos, es muy particular: algunas especies pueden florecer una vez cada treinta, cincuenta o cien años, y cuando lo hacen, mueren, irremediablemente. Mientras no florece, se reproduce en forma asexual, generando nuevos culmos a partir del mismo rizoma. De este modo, las plantas hijas son genéticamente idénticas a su madre.¨
Los lectores, han respondido que este tema, tan conocido por los lugareños, no es noticia. Se sabe bien que la tacuara es terriblemente invasiva, muchos utilizan a los cerdos para comerlas cuando empiezan a crecer. Lo peor, es que se extiende a través de rizomas, de los cuales nacen las otras plantas y así el suelo se vuelve inutilizable.
Luego, la discusión vira hacia un uso propuesto, que a la vez incremente la mano de obra misionera. Al menos hay quien aclara que este tipo de bambú, no es el mismo de Asia, tan útil para construcciones y muebles, sino que se habla de tacuara, tacuarembó, que es una caña hueca por dentro, no como la del tipo colihue, del Sur argentino, que es maciza y sí es apta para hacer muebles. Sin embargo, la tacuara es un buen recurso para empalizadas naturales de las costas.
En realidad, lo que más me sorprendió, es que un lector mencionara que en la Facultad de Arquitectura de Tucumán, hay una cátedra de construcción con bambú. Me pregunto cómo es posible que no se aunaran esfuerzos entre los expertos sobre bambú de ambas facultades de la UBA, la de arquitectura de Tucumán y la de Ciencias Exactas. Es que acaso no conocen la interdisciplina? Y los convenios, se proponen sólo para facultades extranjeras?
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