India ink freak-out. De http://www.bearskinrug.co.uk/
En mis años de estudiante de arquitectura, recuerdo muy bien la tortura provocada por ciertos elementos de dibujo que, sin embargo, de sólo verlos en El Politécnico, se me agrandaban los ojos de placer, entre sonrisas simultáneas, ambos reflejos emocionados de verlos todos juntos, nuevitos, resplandecientes.
Pero a la hora de dibujar, la primera vez con mi regla biselada, desconocía que se usaba al revés, y arruiné una cantidad de hojas de tinta, muy caras por cierto, un sábado a la noche en soledad, cuando todo Buenos Aires salía a divertirse, y ni hablar de esos círculos que salían torcidos y nos bajaban las notas, y esas tontas Rotring que siempre se tapaban, especialmente la 0.1, mi gran odiada. Y el tablero que me rompía la espalda, y hasta la radio vieja de mis padres quemé un día de tanto escuchar Modart en la Noche. Años adelante, mi hijo recién nacido regó con orina todas las fotos listas de un concurso (de Photoshop ni se hablaba), y mi sobrinito vomitó sobre las grandes láminas de una entrega.......
Me alegra saber que no soy la única con estos sentimientos. Hoy encontré un libro de Donald A. Norman, llamado ¨Emotional design: why we love (or hate) everyday things¨ (New York, 2004), quien cuenta que su amigo Andrew lo visita una noche y le trae una exquisita caja de cuero. ¨Ábrela¨, le dice ¨y dime qué piensas¨. El autor la abre, y ve un set de piezas de dibujo técnico, todas de acero inoxidable: compases, portaminas, lapiceras.....
¨Adorable¨, respondió Donald, ¨éstos eran los viejos buenos días, cuando no dibujábamos en computadora.¨ Los ojos de ambos se humedecieron por los recuerdos.
¨Pero sabes¨, prosiguió Donald, ¨yo los odiaba. Mis útiles siempre se deslizaban, el punto se me movía antes que yo finalizara el círculo, la tinta negra India, siempre goteaba antes que yo terminara un diagrama. Una vez tiré toda una botella de tinta encima de mis dibujos, los libros, la mesa. Los odio!.¨
¨Sí¨, dijo Andrew riéndose, ¨ya había olvidado acerca de ello, pero de todos modos son hermosos utensilios.¨
¨Claro, mientras que no tengamos que usarlos.¨
Esta historia muestra los diversos niveles de los sistemas cognitivos y emocionales (viscerales, de comportamiento y reflejos) interactuando, luchando por prevalecer.
Primero, el nivel básico visceral, surge con el placer de ver la caja de cuero y la belleza del set. La respuesta visceral es positiva, nos trasladamos a los viejos buenos tiempos. Pero más rememoramos el pasado, y más nos acorralan las experiencias negativas. Éste es el punto de conflicto con la reacción visceral inicial.
La vista de los elementos clásicos es atractiva, pero la experiencia, negativa, no sobrepasa el efecto positivo.
Según Donald Norman, un diseño es exitoso, si lo es en todos los niveles.
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