Pompeya. Foto de La Nacion.com
Reproducción del artículo de Elisabetta Piqué para el diario La Nación:
POMPEYA.- "¡Señorita, no puede sacar fotos!" La advertencia llega de boca de un custodio, mientras recoge pedazos de revoque recién caídos sobre un espléndido mosaico de la Casa del Fauno, la más grande de Pompeya, uno de los sitios arqueológicos más importantes del mundo.
La escena es emblemática. Sirve para entender que no es una metáfora que Pompeya, patrimonio de la humanidad, se está cayendo a pedazos, drama que viven también otros sitios culturales de Italia que están en peligro, desde el Coliseo y la zona del Palatino, en Roma, hasta conventos e iglesias.
Pompeya, la ciudad que el 24 de agosto de 79 d.C. quedó sepultada por la erupción del volcán Vesubio, al sur de Nápoles, y fue redescubierta en 1748, volvió al centro de la atención mundial hace una semana. La Casa de los Gladiadores ?también llamada Schola Armaturarum? quedó reducida a escombros, lo que fue definido como una tragedia anunciada y una "vergüenza para Italia", según clamó el presidente Giorgio Napolitano. Era el club donde se reunían los gladiadores después de la lucha y donde se sacaban las armas, entre trofeos, nichos y frescos que, después de casi 2000 años, difícilmente podrán volver a verse.
La Casa de los Gladiadores había resistido a la lava, a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, a los terremotos, pero no al abandono y a la desidia, según acusan ahora los expertos, que piden la cabeza de Sandro Bondi, ministro de Bienes Culturales del gobierno de Silvio Berlusconi. La explicación oficial es que el derrumbe se debió a filtraciones de agua de lluvias y a errores en una restauración realizada con hormigón armado, en 1946. Pero expertos, arqueólogos, restauradores y diversos grupos que intentan salvar el precioso patrimonio artístico de Italia coinciden en que el desastre de Pompeya tiene que ver con un sistema "enfermo" de hacer política.
"Hace dos años, el gobierno de Berlusconi decidió poner a Pompeya dentro de la órbita de la Protección Civil, que normalmente se ocupa de terremotos, inundaciones y desastres. Pero en Pompeya no había ninguna emergencia. Fue una forma de poder gastar dinero sin necesidad de controles", denuncia ante La Nacion Tsao Cevoli, presidente de la Asociación Nacional de Arqueología (ANA). Protección Civil, además, es investigada por corrupción en las obras para la cumbre del G-8 realizada en 2008.
"Había diversos proyectos de manutención y conservación del área, con diversas prioridades, que fueron descartados porque tenían presupuestos bajos: es decir, no había negocio. En su lugar, se hicieron proyectos millonarios para que Pompeya se convirtiera en Disneylandia, proyectos con los que lucraron los amigos de Berlusconi, que no tuvieron en cuenta la historia de este sitio único, ni sus prioridades", agrega.
Como ejemplo, Cevoli mostró el antiguo Teatro Grande, prácticamente reconstruido para que pudiera hospedar en verano grandes conciertos, con una operación de marketing exitosa, pero con un trabajo de restauración duramente cuestionado. "Los trabajos de restauración tienen que respetar lo antiguo. De lo contrario, es un parque de diversiones... En Italia no se hacen trabajos de restauración para arreglar los monumentos, sino para gastar plata pública", acusa Cevoli, que se refirió luego a lo sucedido con la Casa de los Gladiadores, inaccesible y vallada debido al derrumbe. "¿Les echan la culpa a las lluvias? Acá llueve desde que desenterraron Pompeya, hace más de 260 años. El problema fue que no tuvieron en cuenta las prioridades y se ocuparon de los grandes eventos, de la imagen... Si tenés un familiar enfermo, ¿llamás a un médico o a un peluquero?", pregunta.
"Debajo de todo esto, hay una lucha política por la privatización de Pompeya, que siempre fue fuente de clientelismo político y tiene gran visibilidad mediática a nivel político", lamenta Biagio De Felice, arquitecto y técnico de la Superintendencia de Pompeya. "Pero no se puede privatizar algo tan emblemático... Es un problema cultural, porque si un gobierno no pone la cultura como prioridad, es un desastre", agrega.
Imagen de viaje-turismo.com
Cuerpos cubiertos por la lava y cenizas. Imagen de italiaguia.com
Una calle de Pompeya. Imagen de pasaporteblog.com/
Fresco en Pompeya. Imagen de culturaclasica.com
Pero el derrumbe de la Casa de los Gladiadores es sólo la punta de un iceberg. Una amplia lista elaborada por la ANA de los monumentos en riesgo incluyó, entre los conocidos, el Coliseo y la Domus Aurea de Nerón ?que recientemente también sufrieron derrumbes?, así como la zona arqueológica del Palatino, en Roma. También se encuentran en peligro las dos famosas torres de Bolonia, la espectacular cúpula de la iglesia de Santa María del Fiore y el convento de Santa Ursula, en Florencia, y el Palacio Real de Monza, en Milán, entre muchos otros. "Sin manutención y sin fondos, toda Italia está en riesgo", denunció Alessandra Mottola Delfino, presidenta de la asociación conservacionista Italia Nostra.
"En Italia, la sensación es que todo se está cayendo a pedazos, que la cultura está muriendo. Y el impulso es fotografiarlo todo para mantener la memoria", dijo, por su parte, Francesca Long, docente universitaria y experta en restauración.
Esto es tristísimo, el gobierno italiano debería realmente avergonzarse de SER EL DESTRUCTOR de esta ciudad. No puedo todavia creer esto, realmente lamentable. Saludos
ReplyDeleteSí Silvia, es muy lamentable. Gracias por comentar,
ReplyDeleteCariños
En todos los paises gobiernan los mismos. Políticos incompetentes que se llenan los bolsillos (o los de los amigos) y que cuando abandonan el poder nadie les pide explicaciones opr los errores cometidos. Estamos ante una sociedad que diariamente escucha noticias sobre políticos corruptos y que permanece impasible.
ReplyDeleteNo podemos quejarnos pues tenemos lo que merecemos. Lastima que nos demos cuenta cuando todas estas maravillas se pierdan para siempre.