Arquitectura, Urbanismo y Cosmovisión

Ex voto or retablo. El agradecimiento de un señor a la Virgen de Guadalupe que recupera el habla al ver ¨una nave con un ser extraterrestre que salía de ella¨. Una humilde expresión artística de un suceso en la vida del señor Gutiérrez. Imagen bajada de Internet.

La relación entre urbanismo, arquitectura, objetos y el misticismo, nos remite indirectamente a la teoría o más bien posición filosófica de Geoffrey Chew acerca del ¨bootstrap¨ donde la naturaleza no puede ser reducida a entidades fundamentales, sino que se entiende plenamente a través de la autoconsistencia de sus elementos: no hay una entidad o ley fundamental, sino que el universo se ve como una red dinámica de sucesos interrelacionados, la consistencia global de sus interrelaciones determina la estructura total de la red. Estos conceptos están emparentados con el pensamiento oriental, en franca oposición al occidental. Las filosofías orientales como el Hinduísmo, Budismo, Taoísmo, Zen, practicadas por el propio Chew y otros físicos y pensadores occidentales, contribuyeron a que estos científicos percibieran el mundo físico de otra manera y tuvieran una nueva visión de la realidad arraigada en el territorio y en total armonía con las tradiciones espirituales. La ciencia occidental tradicional, fundada en preguntas formuladas con toda claridad y verificadas experimentalmente, no aceptó la ambigüedad de la teoría de Chew y no le asignó, por ende, el carácter de ciencia al enfoque ¨boostrap¨. Sin embargo, mi mención al respecto, es para enfatizar la contribución del pensamiento oriental en la idea de un nuevo paradigma, donde el conocimiento es una red sin cimientos firmes, más aproximado a la realidad, donde el hombre vive en relación con el misticismo y sus creencias religiosas que suelen manifestarse en humildes ofrendas a seres del más allá. En morfología urbana, por ejemplo, los estudios antropológicos de los 70´s, enfocados hacia la teoría del ¨Lugar Central¨, postulada por el geógrafo alemán Walter Christaller, ya han sido reemplazados por las teorías actuales que pugnan por una explicación de morfologías fractales que abarcan incluso formas domésticas de menor escala, especialmente en los asentamientos de viviendas de los súbditos en las ciudades mesoamericanas. Las tendencias actuales han sido las de enlazar el conjunto de las ciudades, o sus partes constitutivas, con los elementos de una ¨cosmovisión¨, cosmología o cosmogonía, documentada a través de escritos e imágenes etnohistóricos. Al día de hoy resulta imprescindible contar con investigaciones adicionales que contribuyan a esclarecer las morfologías de las ciudades habitadas por indígenas o sus descendientes, así como sus relaciones con el entorno físico, -desde el medioambiente construído a los objetos de su veneración y uso diario- incluyendo los mitos de creación.

Retablo de 2008. Una mujer en una ceremonia fúnebre y la aparición de la Virgen y aparentemente el difunto. Imagen bajada de Internet.

No podemos completar nuestro conocimiento de las prácticas sociales y la consecuente morfología urbana sólo desde modelos matemáticos prestados de la física, sin tener en cuenta que el espacio representacional derivado de la historia y la espiritualidad, es animado por los gestos y acciones de aquéllos que lo habitan. Estos espacios representacionales pueden ser analizados desde modelos matemáticos que se combinen con otras disciplinas como la historia, sociología, antropología, entre otras.

En cierta forma, esta última consecuencia histórico-cultural nos retrotrae al cuento Kafkiano ¨En la colonia penal¨, donde el significado de la sentencia no era comprendido por el reo hasta que las palabras penetraban literalmente con agujas en su piel, y se iban aclarando en su mente. Una persona ajena al proceso, no podía leer las palabras embellecidas con manierismos varios, por ende, no era parte de su saber de la sentencia, así como nosotros no somos parte del saber de los significados internos y personales de los distintos imaginarios. Pero podemos hacer el intento de serlo.