Primeros inmigrantes granjeros en California. Foto bajada de Internet.
This is an excerpt of my publication in Area No 14, October 2008.
Este texto es parte de mi publicación en Area No 14, Octubre 2008. La versión completa está disponible en Español.
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La ciudad contemporánea tiene muchas capas de formas construídas superpuestas, lo que es llamado “palimpsesto”; al estudiar la forma urbana corriente de un asentamiento o ciudad, necesitamos buscar razones histórico-sociales y formas primarias de las formas de estructuras morfológicas —que llamaremos “patterns—” que se conforman finalmente.
Muchos autores han relacionado a Los Angeles con modelos fractales. Nuestro objetivo es estudiar un grupo particular de inmigrantes, los mexicanos en el sur de California, y la consecuente forma urbana de esta inmigración.
Desde sus comienzos, Los Angeles fue una ciudad policéntrica, producto de viejos pueblos dispersos. La descentralización en municipalidades fue resultado de la actividad industrial, siendo una de las más importantes la dedicada al petróleo.
Esta ciudad ha sido considerada de puertas abiertas para los inmigrantes de todo el mundo y fundamentalmente para los provenientes de países fronterizos. Pero, el viejo Los Angeles era segregacionista, especialmente en relación a los mexicanos y los residentes méxico-americanos descendientes de aztecas (chicanos).
Los tratados difícilmente detuvieron los problemas raciales que crecieron en 1850, luego de la finalización de la guerra entre México y Estados Unidos. La República Mexicana enfrentó frecuentes invasiones y piraterías que comenzaban en California, por tierra y mar, luego del tratado de Guadalupe Hidalgo (1848). Para 1856 se vislumbraba una guerra civil, como consecuencia de las hostilidades continuas –a modo de guerrillas internas- entre grupos mexicanos en California y autoridades Anglo-americanas. La enemistad se incrementaba, ya que americanos y mexicanos aún vivían en mundos aparte, a pesar del Tratado.
What have been the Mexican American War only a few years earlier became a war against Mexican Americans. The Treaty that ended the U.S. Mexico War had been explicit about the citizenship consequences of peace. Mexicans who stayed would become Americans. (Deverell 2005: 11).
Lo que era una paradoja, los mexicanos no eran americanos, aunque lo fueran por ley. Por ejemplo, Sonoratown, el barrio situado al Norte de la Plaza, no lejos de la rivera del río Los Angeles, estaba ubicado de hecho en Los Angeles, California, es decir en Estados Unidos, pero su identidad, sus costumbres, su realidad social, pertenecían a México, al menos para cualquier anglo angelino.
La guerra civil quedó sin efecto, pero estas fricciones, con diversos matices, continuaron en el siglo XXI en la moderna metrópolis.
Quemando una villa mexicana en Los Angeles, 1924. Foto bajada de Internet
El brote de peste bubónica en 1924 fue atribuído a las extremas condiciones de pobreza de las viviendas de emergencia de inmigrantes. Su demolición y los incendios causados por razones sanitarias condujeron a un cambio radical en la morfología de la ciudad. Los barrios mexicanos más afectados desaparecieron por esta política de tabula rasa que no consideró la reubicación de los pobladores mexicanos.
A lo largo del tiempo, se sucedieron nuevos arribos de mexicanos y Los Angeles ya no pudo rechazar sus raíces culturales mexicanas y sus modelos de apropiación cultural.
La mayor parte de los inmigrantes mexicanos se radicaron en el sudoeste. En 1930, el 30% de los chicanos vivían en California prestando mano de obra barata semi y no especializada para el sistema ferroviario entre ciudades. Dicha inmigración modificó también los modelos residenciales chicanos. Ellos se establecieron en viviendas de construcción precaria, a la merced de las inundaciones en las márgenes del río Los Angeles, y en los viejos vecindarios, ocasionando superpoblación. Las fotografías muestran un modelo urbano caótico sin orden, con excepción de calles incipientes. Los patios solían ser cubiertos con techos provisorios que se superponían a otros techos vecinos. El orden euclidiano solo era verificado en la grilla de calles, y no tan estrictamente, si tenemos en cuenta que las calles siguen la geografía montañosa y en varios lugares se quiebran en diferentes niveles. Dentro de los espacios remanentes, no había orden, en términos euclideanos.
Mapa étnico de Los Angeles en 1950. Imagen bajada de Internet
Los Angeles en 1875. Fotografía bajada de Internet.
A menudo, dos o tres casuchas eran construidas en un lote pequeño, dejando apenas lugar libre. El censo de cuadras en el corazón de la ciudad de 1928 reportaba 317 viviendas conteniendo una población de 1509 personas —un promedio de 40 casas por cuadra y 4.8 personas por casa. La iluminación y ventilación usualmente era pobre y la plomería se hallaba en condiciones subestandard, con un promedio de un baño cada seis u ocho familias.
Para mediados del siglo XX, población blanca —principalmente sureños pobres— se concentró cerca de la zona industrial, en Bellflower, Bell Gardens, Cudahy y Downey, separada por una zona algodonera (Soja 2000: 133), a lo largo de la avenida Alameda, del ghetto negro hasta el Oeste (ubicado primariamente dentro de la ciudad de Los Angeles). Desde entonces, se fueron mudando a los alrededores del condado de Los Angeles y más allá aún, en un claro desplazamiento social, clases más acomodadas de trabajadores blancos.
Así quedaron los chicanos agrupados en y alrededor del barrio Este de Los Angeles. Sin un apoyo impositivo y control estatal, estas áreas quedaron sumidas en la pobreza, la superpoblación, con viviendas y empleos en crisis. El gobierno federal, sin embargo, estaba enfocado en otro lugar: el complejo militar industrial, desde que ocurrió Pearl Harbour hasta las guerras con Corea y Vietnam. La presencia de personal militar estratégico blanco instigó manifestaciones contra los mexicanos inmigrantes y el Este de Los Angeles quedó relegado a ser un barrio segregado.
Las siguientes fotografías aéreas pertenecen a un sector en el Este de Los Angeles. Fueron bajadas de Google Earth, y estimamos que fueron tomadas varios años atrás. La morfología urbana está compuesta por casas regulares, pero, como históricamente se muestra, arregladas en un pattern irregular. Lo más respetado es el espacio libre al frente mientras que los corazones de manzana están cubiertos con construcciones, que son indicación de la presencia de construcciones ilegales para salvar la superpoblación.
Fotografía aérea del Este de Los Angeles, tomada de Google Earth.
Hacia 1967 los gangs negros del Sur de Los Angeles se mudaron a la ciudad de Compton, desplazando a la población blanca. Ellos fueron mayoría hasta finales de 1970 cuando la inmigración mexicana ilegal comenzó a avasallarlos. Para 1990, barrios enteros habían sido transformados formal y socialmente.
Aunque el censo evidencia una creciente población de mexicanos insertados en otras comunidades, la observación diaria muestra que una comunidad es empujada por otra y su tendencia es a permanecer aislada en grupos.
En la actualidad, Los Angeles se ha vuelto una ciudad de ricos y pobres, mientras que la clase media se aleja cada vez más hacia los suburbios y Orange County. La ciudad comenzó la última década con 372.000 unidades de viviendas superpobladas, de las cuales 102.000 están severamente superpobladas y la situación sigue empeorando. Desde 1990 al 2000, la población se incrementó en 300.000 personas y el número de casas ha crecido, para el mismo lapso de tiempo, en 30.600 (Report of the Housing Crisis Task Forced 2000).
Los habitantes chicanos, como sistema dinámico han encontrado un modo de acomodarse tanto en bungalows como en pequeños y angostos sitios.
Diversidad racial en Los Angeles, 2000. Imagen bajada de Internet.
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