Arch. Myriam B. Mahiques Curriculum Vitae

Saturday, November 7, 2009

Jardines Mexicanos en California: Una Manifestación Cultural


Jardín en el frente, con objetos de arte Folk. Foto de Myriam Mahiques
This is a translation of my previous post in English

http://myriammahiques.blogspot.com/2009/10/mexican-gardens-in-california-cultural.html


Los jardines pueden ser comparados a diseños arquitectónicos. Ellos contienen ideas, son creaciones expresivas que muestran las reflexiones del hombre. La diferencia entre arquitectura y jardín tiene connotaciones ambiguas. Si el jardín no es creado por una necesidad humana, y es lo que el diseñador o empresario propone, estaría más cerca al Arte. Pero algunos jardines tienen una dimensión antropológica –aunque muchos autores defienden los aspectos estéticos-, ellos son expresiones culturales. En este sentido, el jardín satisface necesidades, entonces estaría más cerca de la arquitectura.
El hombre accede a la relación entre el medioambiente y la cultura a través de la percepción. Este proceso involucra comprensión y utilización de la información dada en diferentes respuestas al paisajismo; en esta situación, el hombre genera dos clases de actividades mentales: la descripción de las propiedades, cuyo objetivo es entender la situación enfocándose en la determinación de las propiedades del paisajismo y sus componentes; y actividad predictiva de experiencias en las que el hombre puede evaluar el grado en que el paisajismo satisface sus necesidades, para tomar decisiones acerca de ello. (Corraliza, 1993).
Algunas características en la percepción de paisajismo están compartidas con el grupo social. Es por esta razón que la percepción puede ser diferente entre los usuarios de dicho paisaje y quienes lo han diseñado. Los diseñadores debieran tener en cuenta qué componentes tienen atracción psicológica o simbolismo e historicidad.
Este ejemplo es lo que cualquiera llamaría un diseño de jardín mexicano. El diseñador está representando a la cultura mexicana, pero este hermoso jardín, en sí mismo, no es expresión sino mímica de la cultura mexicana.


Jardín mexicano diseñado por un diseñador de paisajismo. Foto de Myriam Mahiques
El verdadero jardín mexicano que he visto en California difiere de éste. El término, si bien en castellano es ¨jardín¨, los chicanos y mexicanos prefieren llamarlo ¨yarda¨, que es una modificación del término inglés original ¨yard¨. Las ¨yardas¨ están embebidas de religiosidad y memorias, ellas son la expresión de la alta sensibilidad que emerge inconscientemente de las creencias familiares. Las prácticas religiosas están integradas a la vida diaria, por la naturaleza rural de muchas comunidades mexicanas que han sufrido la ausencia del sacerdote en sus pueblos, en consecuencia, las prácticas folklóricas religiosas fueron organizadas en las casas.

Una ermita de la Virgen María en su acepción como Virgen de Guadalupe, puede ser exhibida en un rincón o algún otro lugar contra las paredes medianeras. Usualmente la ermita está cubierta con guirnaldas y viñas de hermosas flores. El arte folk también participa del jardín, usualmente en macetas que son como ¨objetos fuera de lugar¨ reforzando las memorias familiares: latas pintadas, cacerolas, gomas, etc.
Otra manifestación religiosa en la yarda es el Altar del Día de los Muertos, construído en Noviembre; este tipo de altar tiene raíces ancestrales aztecas y se construye en honor de los muertos de la familia.

Backyard en el condado de San Bernardino. Foto de Myriam Mahiques


Backyard en Santa Ana. Las especies arbóreas cubren la superficie del jardín. Foto de Myriam Mahiques


Las palmeras crecen libremente cubriendo las ventanas al frente. Foto de Myriam Mahiques
El pasto en el jardín trasero no es el típico césped de las viviendas norteamericanas, sino pastos salvajes cortados, con parches de tierra. Los partidos de fútbol (soccer) y las fiestas familiares son prioridad absoluta, seguidos por la exposición de ropa colgada.

El jardín del frente es siempre una excepción, ya que cualquier vecino puede denunciar a la Ciudad (City Hall) que el jardín está desprolijo y no está ¨a tono¨ con el resto de las casas vecinas. Los chicanos tienden a bloquear las ventanas, en su preferencia por altas especies nativas rodeando la casa. A veces, las especies crecen demasiado, cubriendo la superficie del jardín en su totalidad. Este modelo organizativo es recurrente en la decoración interior de las viviendas.
Las especies seleccionadas son fundamentalmente nativas, y el chili jamás está ausente. El énfasis está en la percepción visual, sin embargo, en el jardín mexicano, los cinco sentidos intervienen. Mirando a un planta de chili, un señor mexicano me ha dicho ¨la veo y se me hace agua la boca¨, expresión que me resultó interesante, una simple plantita despertando los sentidos.... Otras plantas se seleccionan en base a sus primitivos principios curativos. Cuando los conquistadores españoles invadieron México en el SXVI, destruyeron los jardines y las investigaciones de los sacerdotes aztecas, ya que la Iglesia católica los consideraba blasfemos. A pesar que la palabra escrita fue destruída, la sabiduría acerca de las plantas se mantuvo en la memoria colectiva.
El paisajismo, natural o artificial crea una impresión estética que nos brinda una reflexión del quehacer humano en un cierto período. Aunque las categorías conceptuales de algunos investigadores pueden no incluír la palabra ¨jardín¨ para algunos espacios remanentes, los jardines mexicanos son creados para interacción social en la mayor parte de los casos, dada su religiosidad y misticismo. Ellos son una transición entre la arquitectura y el paisaje.
A medida que los inmigrantes en EEUU crezca, el estudio de los jardines vernaculares como manifestación cultural donde los habitantes interactúan, debiera ser profundizado y clasificado, considerando que cambios en la sociedad producen cambios en las manifestaciones del paisaje.

Para referencias y más fotos ver el link arriba.

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